LA PAZ ESCOLAR: VALORES Y DERECHOS HUMANOS


AUTORA: Martha Jiménez



INTRODUCCIÓN


Construir para la Paz es hoy una necesidad de responder al llamado a promover la Paz Escolar sus Valores y Derechos Humanos,  en los espacios de convivencia, en vista de que el incremento y la transformación de la violencia en la Región es una de las expresiones más claras del nivel a que ha llegado la crisis socio ambiental en las urbes latinoamericanas, la cual se traduce en la escasa atención a los valores sociales en educación, en la promoción y reproducción del consumismo, el triunfo personal a cualquier precio, el irrespeto hacia otras personas, la producción masiva a costa del medio ambiente, la exclusión, la desigualdad.
La Paz debe construirse en la cultura y en la estructura sociales, no sólo en la mente humana, dando lugar a demandas socioeducativas orientadas a desarrollar en los ciudadanos un sistemas de valores distintos, un cambio de ideal del hombre materialista al hombre existencial y convivencial, así como la construcción un nuevo proceso de globalización que dé cuenta de la vida y no del dinero. La Escuela adquiere en este marco especial importancia, pues es en ella donde se forma al ciudadano del que se demandan mayores niveles de participación, compromiso, además de una capacidad reflexiva y crítica para ejercer la tarea de la nueva conformación de los espacios relacionales.
Entre los objetivos que se persiguen en esta investigación tenemos: a) Invitar a promover la Educación como la herramienta para la construcción de la Paz Escolar y repensar el papel de la Escuela como impulsora en el proceso de construcción contando con la participación de la familia-escuela-comunidad como corresponsables en el hecho educativo; (b) Sensibilizar acerca de aspectos claves para la comprensión del tema tales como: la convivencia en los espacios relacionales, la amenaza de la violencia y sus nuevos rostros; y (c) Concientizar sobre la importancia de asumir los retos a los que se enfrenta América Latina en la construcción de una cultura de Paz, fortalecidos en la esperanza de esa construcción.

LA PAZ ESCOLAR: VALORES Y DERECHOS HUMANOS


Argumentos en Torno a la Relevancia del Tema

El análisis aquí realizado, parte de la necesidad de responder al llamado de promover la construcción de la Paz Escolar en los espacios de convivencia, inspirado en la línea de trabajo "La paz escolar: valores y derechos humanos", la cual forma parte de la nueva visión de calidad de la educación que la UNESCO viene promoviendo a través de las metas de Educación para Todos y por medio del Programa Regional de Educación para América Latina y el Caribe (PREAL).
El incremento y la transformación de la violencia en Venezuela es una de las expresiones más claras del nivel a que ha llegado la crisis socio ambiental latinoamericana, "La pobreza y la desigualdad han llevado a los pobres a vivir en una situación de exclusión social, que se expresa en altos grados de marginalidad y violencia" (Hevia 2008). la Paz Escolar pasa por ir modificando todas aquellas conductas sociales de promoción y aceptación del uso de la fuerza o la violencia, el desprecio y el desinterés por los demás, tratando de disminuir esta brecha para que las personas puedan disfrutar de experiencias de acercamiento, cariño, respeto, implicación, amor, y puedan así transmitir esas vivencias a los otros.
Por otra parte, las propuestas educativas que surgen de la Investigación para la paz llevan claramente la influencia de pedagogos de la escuela nueva como John Dewey, sin embargo, es Paulo Freire el que ejerce una influencia mayor en esta etapa. El concepto de concientización se retoma como alternativa para profundizar en las causas que generan la violencia estructural.
Así mismo, se cuestiona la figura autoritaria del docente, la educación tradicional y propone métodos dialógicos y socio afectivos que permiten a los estudiantes experimentar problemas sociales con el fin de analizarlos de una forma más efectiva para superarlos. Al igual que la Escuela Moderna, el movimiento de Investigación para la paz cuestiona el protagonismo de la educación en el cambio social ya que la educación por sí misma no puede erradicar la violencia estructural, para ello se requiere de la acción social y política. No obstante, no le resta importancia al papel que juega la educación en la transformación de la sociedad, ya que como se sabe, la educación puede promover ideas, valores y actitudes que favorezcan la reproducción de las estructuras ya existentes o puede impulsar nuevas formas de convivencia humana basadas en el respeto a la dignidad de cada persona, fundamento primordial de los derechos humanos. De hecho, varias propuestas de educación para la paz han sido enriquecidas con el concepto de derechos humanos, ya que el sentido amplio de la paz forzosamente implica la vigencia de los mismos.
                 La Educación para los Derechos Humanos (EPDH), se ubica en el ámbito de la educación valorar y tiene dos vertientes:
-  La resolución pacífica de conflictos.
-  La educación en derechos humanos.
Tiene un planteamiento central: así como se puede educar para la violencia y la injusticia, también se puede educar para la paz y los derechos humanos. Por paz entendemos un proceso continuo en donde existe:
-  Una situación caracterizada por un nivel reducido de violencia estructural - injusticia social- y violencia directa -maltrato físico y emocional, asesinatos, guerras, etcétera-, lo que implica un enfoque personal y estructural.
-  Sustentado en un nivel elevado de justicia, de democracia y de respeto a los derechos humanos.
-  Con un enfoque centrado en la participación de los grupos y personas cuyos derechos no son respetados. En particular educar para la paz significa formar personas, capaces de reducir los niveles de violencia directa, de promover la eliminación de la violencia estructural.
En lo concerniente a la violencia directa, la EPDH debe promover la convicción profunda de que es necesario afrontar los conflictos de manera distinta y de trabajar para eliminar la guerra y las causas que la originen.

Dentro de la EPDH existen dos enfoques principales. Se puede educar sobre la paz y los derechos humanos y para la paz y los derechos humanos. El primer enfoque implica simplemente la transmisión de conocimientos sobre la carrera armamentista, los movimientos de paz, las causas de las guerras, la problemática de violación a los derechos humanos, etcétera. Un enfoque así quedaría reducido a la mera instrucción de los alumnos. 4 Sinéctica 11 jul. dic/1997 El segundo, educar para la paz y los derechos humanos implica retomar con seriedad la asignatura pendiente que tiene la educación con el conjunto de factores influyentes en la formación integral del estudiante y del profesor. El salón escolar puede ser el espacio desde donde el alumno vaya adquiriendo las herramientas del pensamiento crítico, de la actitud solidaria y de la formación valorar humanista que le permita asomarse con realismo a un posible mundo pacífico. Por otro lado, en lo que a violencia estructural se refiere, la EPDH pretende promover los valores que subyacen en los derechos humanos. Entendemos los derechos humanos como un sistema de derechos y responsabilidades ligados a la naturaleza humana. Condensan los atributos necesarios para la realización digna y plena de hombres y mujeres, y fundamentados en valores tales como la vida, la tolerancia, la igualdad, la justicia y la fraternidad, se han ido concretando socialmente de diferente modo según las circunstancias históricas por las que ha transitado la sociedad humana.
En su conjunto representan, por una parte, motivos para vivir y por otra, un programa social concreto que orienta las acciones para la construcción de una sociedad cada día más justa y habitable, es decir, a la altura de la dignidad del ser humano.

Cambio epistemológico y temas transversales


En otro orden de ideas, el cambio epistemológico y los temas transversales, utilizada como estrategia metodológica en la educación de valores, se corresponde con una moderna concepción epistemológica de las Ciencias de la Educación. En este apartado puede guiarnos por las reflexiones realizadas por Rodríguez, M. (l995). En este siglo se ha producido una nueva concepción de la ciencia. El positivismo pretende dominar la naturaleza a través de conocimientos instrumentales, buscando el progreso humano. Consecuentemente, se produce un interés técnico por el conocimiento y un dogmatismo racionalista. El postpositivismo desconfía de la experimentación como único criterio de verdad y utiliza la interpretación y la vivencia. Se investiga dialogando y por consenso. Se produce un interés práctico por el conocimiento y una duda razonable dentro de la comunidad científica.
La educación para la paz escolar, como tema transversal aplicable en las distintas áreas y momentos del aprendizaje, sintetiza ambas posturas, distinguiendo la naturaleza de los problemas a investigar y aplicando a cada uno el método más adecuado para indagar en la realidad natural o sociopolítica. Se produce un interés crítico por el conocimiento. Se busca la ciencia de la diferencia y de la democracia participativa. La aceptación de las diferencias no sólo es una obligación moral y política, sino que se puede convertir en un excelente medio de enriquecimiento personal y social. Se trata más bien de mejorar las cosas, no tanto de dominarlas. El objetivo global es favorecer la emancipación de la persona y de la humanidad en su conjunto.
Vemos que se ha producido un cambio axiológico desde el racionalismo moderno, pasando por el vitalismo postmoderno, hasta llegar a la visión integral de los temas transversales. Al hablar de una visión integral, nos referimos a una visión entera. La transversalidad favorece una visión entera o global del ser humano y de la naturaleza en general, armonizando todas las dimensiones factoriales de la persona.
Entre el positivismo y el postpositivismo, cabe una opción epistemológica, pacifista, ética, democrática, y por lo tanto, participativa y consensuada. El enfoque transversal se basa simultáneamente en la pluralidad y en la unidad. Los temas transversales favorecen la aplicación de la justicia distributiva, adoptando una actitud de compensación y respetando al más débil, a las minorías étnicas, a la mujer relegada, a las razas marginadas y a los disminuidos. De esta forma se mejora los esfuerzos y consigue una mayor eficacia y eficiencia en la educación para la paz escolar.
Por otra parte, la transversalidad es un concepto que ayuda a humanizar la acción educativa, procurando una vida más digna para uno mismo y para los demás. Los temas transversales permiten reforzar los contenidos actitudinales, tan necesarios para que el ser humano se adapte a la vida y consiga su equilibrio emocional. Por ello, forman parte de los procesos de enseñanza-aprendizaje de cada área curricular y dinamizan la acción educativa escolar. Se ha de procurar que los estudiantes desarrollen proyectos personales dignos, solidarios y esperanzadores.
El pleno desarrollo de la personalidad de los estudiantes, objetivo básico de la educación, transciende con mucho unos objetivos relativos únicamente a la instrucción con los que podría contentarse una concepción convencional de la escolaridad, que tiene por meta única transmitir conocimientos y destrezas.


Conclusiones



La comunidad educativa entiende que la educación para la convivencia y la paz tiene como objetivos el respeto a las personas, con sus derechos, y a las normas que regulan la vida en sociedad; la convivencia, o sea, la capacidad para vivir juntas personas diferentes, la cooperación y la solidaridad; la aceptación de la violencia.
La comunidad educativa reconoce la importancia de la educación para la convivencia y la paz y la necesidad de que los centros escolares se impliquen en ella, como una tarea nueva consecuencia de los cambios en los procesos de socialización de la infancia y la juventud.
Así mismo, la mayoría de los centros de Educación Infantil y Primaria, incluyen en su Proyecto Educativo y en su Proyecto Curricular aspectos relacionados con la educación para la convivencia y la paz; pero, en la mayoría, son elementos dispersos, que no constituyen un programa sistemático y progresivo de los aprendizajes necesarios para el logro de objetivos de la educación para la convivencia y la paz.

Ahora bien, la educación relativa a los derechos humanos es parte integral del derecho a la educación y cada vez obtiene mayor reconocimiento en tanto que derecho humano en sí misma. El conocimiento de los derechos y las libertades está considerado como un instrumento fundamental para asegurar el respeto de los derechos de todas las personas. Es por ello, que la labor de la UNESCO en materia de educación relativa a los derechos humanos está orientada por el Programa Mundial para la Educación en Derechos Humanos.
Finalmente, La educación debería abracar valores tales como la paz, la no discriminación, la igualdad, la justicia, la no violencia, la tolerancia y el respeto de la dignidad humana. Una educación de calidad basada en un enfoque de derechos humanos significa que éstos se aplican a lo largo y ancho del sistema educativo y en todos los contextos de aprendizaje.


REFERENCIAS


Hevia. (2008). Educación para la Paz. Caracas-Venezuela.

Rodríguez,  M. (2005). Educación y Valores. UNESCO. Caracas-Venezuela.

Pedagogía y Convivencia Escolar para la Paz. Revista Vinculada.org/sociedadcivil/pedagogía-convivencia-escolar-para-la-paz html.

Vinyamata, E. (2012). Vivir y Convivir en Paz. España-Barcelona: Graó.


Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Culura UNESCO. (2012). Educación para los Derechos Humanos. Caracas-Venezuela.

Comentarios

  1. Buenas noches Martha, coincido contigo en la percepción inteligible que cristaliza a la cultura de convivencia escolar para la paz ciudadana, a partir de los hechos contextuales que se han de asumir desde la disposición coherente, en torno a lo establecido a los objetivos de la educación y las leyes.

    Cumplir con estos argumentos, impone el afianzamiento sobre el recorrido interpretativo, de existencia en las voces de los actores sociales escolares (docentes, padres, madres, directivos, Consejos Educativos), que persistentemente reconocen la realidad misma en el horizonte en el escenario de una nueva postura del hacer frente a la convivencia escolar.

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  2. Buenas Noches, la paz escolar, supone el alcance de un valor y un derecho, que exige la configuracion de entornos socioeducativos, en los que las capacidades y necesidades de los sujetos en formacion, esten cubiertas y garantizadas, de manera que la sinergia y empatia en la integracion pueda transformarse en nuevas formas de asociacion cognoscitiva y coexistencial.

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